jueves, 31 de enero de 2013

Injusticias, problemas... ¿Solución?

A medida que vamos creciendo, vamos madurando. Aprendemos a enfrentarnos a nuestros propios problemas. Los solucionamos o al menos lo intentamos.
De igual forma ocurre con los problemas de nuestra sociedad. ¿Sabes? Recuerdo que durante mi infancia, el mayor problema consistía en no salirme de la raya al pintar o en saberme las tablas de multiplicar. Pero, poco a poco, descubrí que hay problemas mucho más graves que ese. Que el mundo está plagado de injusticias. Que la sociedad de hoy en día ataca al más débil fortaleciendo a quien menos lo necesita. Que lo que más se valora es lo más absurdo y se infravalora  lo que realmente importa.
Todo parece indicar que esto no tiene solución. Pero también recuerdo que cuando me salía de la línea al pintar, lo borraba con la goma y volvía a pintarlo, problema resuelto. Cuando no me sabía las tablas de multiplicar, recuerdo que mi madre me las preguntaba cada mañana, de camino al colegio, y problema resuelto.
Parte de la solución
¿Acaso hay algún problema que no tenga solución? Todo es cuestión de empeño, de fuerza, de esfuerzo, de compañerismo.
Los problemas han cambiado, pero también pueden hacerlo las soluciones.

lunes, 28 de enero de 2013

Un momento, un instante.

Todo pasó. Todo quedó. Todo sucedió de la manera más simple. Todo pareció más rápido de lo que jamás podría imaginar. Todo quedó en un leve suspiro.
Recuerdo que la decisión estaba tomada. Nuestros caminos se habían separado. La huida era inevitable. Recuerdo, además, que de tus ojos ni siquiera asomaban lágrimas. Los míos, por aquel entonces, estaban secos de las noches en vela, de los días tristes, de las esperas amargas.
Pero, ¿sabes? de eso hace ya un tiempo. He aprendido a olvidarte. He aprendido a vivir. Sin ti. Antes, mi vida se resumía a ti pero comprendí que yo no tenía sitio en la tuya. Y, ¿para qué dar todo a alguien que no te da nada?
¿Sabes? Hoy puedo decir que gracias. Sí, debo darte las gracias. Gracias por hacerme más fuerte. Por demostrarme que no te necesitaba. Gracias por hacerme ver que hay más vida aparte de ti. Gracias, también, por ser ese "nada" que has llegado a ser.
Sinceramente, pensé que sería más difícil asociar la palabra "olvidar" a tu nombre.

lunes, 21 de enero de 2013

Por sorpresa.

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¿Sabes? En cualquier momento pueden pasar cosas sorprendentes. No sé, una vez leí una frase que decía: las mejores historias empiezan por casualidad. Y, quién sabe, tal vez sea cierto. Tal vez no vale de nada ir buscando algo que llegará solo. Tal vez lo bueno se hace esperar. Tal vez, buscando solo encontramos aquello que no debemos. En el más absurdo de los momentos, algo increíble puede suceder. Y, es quizás en ese momento cuando nos demos cuenta de que merece la pena vivir. Van pasando las horas, los minutos, los segundos, y llegas a la conclusión de que ya está escrita la primera hoja de la que será una gran novela. Una novela que quizás no tenga final. Una novela que no está escrita, pero sí vivida. Una novela que, día tras día, se va creando. Una novela que narra el futuro. Una novela en la que no hay sitio para el pasado. Porque, ¿sabes? las historias más bonitas son las que están por venir.
 

martes, 15 de enero de 2013

Esta es la historia de mi vida.

Crecí, maduré, empecé esa etapa llamada "adolescencia" y con ella comenzaron los amores, los chicos...
Hubo uno que marcó mi adolescencia. 

Me enamoró, me enamoró de la forma más absurda, me enamoró como nunca antes nadie lo había hecho. Todo era perfecto a su lado, ¿sabes? Las horas eran minutos y una tarde a su lado se esfumaba como una ráfaga de viento. Yo me enamoré y pensé que era correspondida. Él me hizo creer que eso era así. Pero, como toda relación, se fue consumiendo como si de una vela se tratara. Él demostró todo lo que le había importado en este tiempo. Yo acabé tirada en la cama, sin ganas siquiera de levantarme. Con el ánimo por los suelos. Entonces, él volvió. Pensé que esta vez todo cambiaría. Pero todo empezó, siguió y terminó de la misma forma que las veces anteriores. Entonces, descubrí que para él era un juego. Un juego al que se había enganchado. Un juego en el que solo participaba él. Comencé a armarme de valor. Día tras día fui perdiendo la necesidad de verle, las ganas de besarle, las cosquillas en el estómago. Hasta que llegó el día en el que fui valiente para decirle: punto y final. 

domingo, 13 de enero de 2013

A palabras necias, oídos sordos.

¿De verdad crees que por meterte con otra persona tu felicidad va a aumentar? ¿De verdad vas a sentirte mejor destrozando a alguien? ¿Sabes? Así solo muestras lo infeliz que eres. Así solo das a entender que el único destrozado aquí eres tú. Si algo me han enseñado desde pequeña es que "a palabras necias, oídos sordos". 
Fue una de mis primeras lecciones. Incluso antes de saber el significado de la palabra "necias", yo ya sabía que se trataba de algo que no debía escuchar. Y, después de varios años, puedo jurar que esa lección jamás se me olvidó. Siempre estuvo presente para ahuyentar todas aquellas críticas que pudieran hundirme. 
Siempre he sido de esas que piensan que al final, cada uno tiene lo que se merece. Y también me he situado en el terreno de las que dicen que al final todos nos damos cuenta de cómo somos. Pues cuando tú llegues a darte cuenta de cómo eres, te odiarás. Sí, te odiarás. Y, cuando empieces a odiarte, llorarás por todo el daño que has podido causar. Pero, dejemos de soñar, abrir los ojos cuesta demasiado tiempo. 

martes, 8 de enero de 2013

Punto y final.

Parece que va siendo hora de tomar decisiones. Va siendo hora de poner un nuevo rumbo a mi vida. ¿Difícil? Pero no imposible. Puedo llegar a quererte mucho a ti, pero más me quiero a mi misma. Si sé que no me quieres, ¿para qué seguir? ¿Te quieres ir? Adelante. ¿Quieres tiempo? Tómate todo el que necesites. Pero, solo diré una cosa: "si te vas, no vuelvas." 
Para mí, solo hay una cosa que puede quitarnos las ganas de vivir. ¿Cuál? El miedo. Tener miedo. Ese miedo que nos frena. Ese miedo que nos impide hacer aquello que más deseamos. Eso, puede llegar a joderte hasta tal punto de odiar la vida. Y yo contigo tenía miedo. Sentía miedo. ¿A qué? A todo. A que te marcharas. A no verte más. A que te cansaras. A dejar de ser yo misma para ser una simple copia de ti.
Tumblr_ly4kk8ekg81qm6gfno1_500_large¿Sabes? Hay que saber parar cuando las cosas no van bien. Hay que encontrar el límite y no sobrepasarlo.
Hay que saber poner un punto y final cuando es necesario.
No pienses que te esperaré cuando decidas regresar. No seguiré aquí luchando por ti. No lucharé cuando tú tampoco lo haces.
Llegó la hora de tomar decisiones. De abandonar una antigua vida para dar comienzo a una nueva. De pasar página, cambiar de capítulo o, si hace falta, de libro. Un libro en el que tú no apareces. En el que ni siquiera estás llamado a ser pasado. Qué va, mencionar el pasado es atraparte en él.
Poner el punto y final y ser yo misma de nuevo. De una jodida vez. Ser feliz, sin ti. Nunca pensé que diría esto pero, llegó la hora de olvidarte. Yo sigo aquí pero no te equivoques; si sigo, no es por ti.

domingo, 6 de enero de 2013

Lo importante es vivir.

Tumblr_mg35w9xinf1rx9jj3o1_500_largeA veces no hay un motivo ni una explicación. A veces es una simple transición entre dos buenos momentos. A veces tan solo es un mal día. ¿Sabes? No todos los días pueden ser buenos. ¿Qué sería de nosotros si no conociéramos la tristeza? ¿Cómo reaccionaríamos al ver una lágrima descender por la mejilla? Todo sería distinto. Raro. Irreal quizás. Por eso, no podemos vivir siempre de buenos momentos. Tiene que haber algo que nos diga: eh, estás aquí, sigue adelante. Es como una alarma que se activa cuando la felicidad sobresale por encima de las nubes. Es como un aviso para que aflojes.
A veces todos esos buenos momentos pasan a ser malos. A veces la alarma de que sigues aquí es un buen momento para ayudarte a no derrumbarte. Para avisarte de que lo malo acabará dejando lugar a lo bueno. A veces, todo es tan complejo. A veces, es mejor no pensar en nada. A veces, lo importante es vivir.

sábado, 5 de enero de 2013

¿Lo recuerdas?

¿Recuerdas el momento en el que nos conocimos? ¿Recuerdas nuestra primera conversación? Para mí, aquella conversación fue especial. Fue única. Todo pasó a un segundo plano por unas milésimas de segundo. Mi mirada se concentró en tu sonrisa. ¿Sabes? Desde el primer momento supe que tu mirada escondía una pregunta y que la respuesta a esa pregunta la contenía tu sonrisa.
¿Recuerdas lo que pasó días más tarde? Todo seguía igual. Igual de bien quiero decir. Pero, luego todo se fue ¿complicando? No sé. No sé qué pasó. Solo recuerdo que yo empecé a sentirme especial a tu lado. Solo sé que contigo era feliz, al menos tenía momentos inolvidables. Pero, ¿sentías tú lo mismo? No sé. Tal vez nunca lo sepa. Pero, ¿acaso importa eso ahora?
¿Recuerdas el primer obstáculo? Te dejaste tirar. Caíste. Tropezaste con aquella enorme piedra que te alejaba de mí. Aquella misma que te arrastraba hacia el suelo.
¿Recuerdas que hasta aquello logramos superarlo?
¿Te das cuenta? Nunca hemos podido poner un punto final. Nunca hemos podido cambiar de capítulo. Ni siquiera hemos sabido pasar página. Parece que desde el principio esa página pesaba demasiado o quizás detrás de ella se esconda una hoja en blanco que ambos debemos rellenar.
Y ahora, míranos. Apenas hace un año que nos conocemos. Apenas hace meses que esto tuvo su principio. Pero, todo sabe a poco si es a tu lado. Todo parece eterno estando lejos de ti. Y, ¿qué hay de malo si lo mismo que me hace feliz, me quita las ganas de vivir?

miércoles, 2 de enero de 2013

Bienvenido 2012+1.

Para los supersticiosos, este año está condenado al fracaso. Pero, ¿qué más da? Es otro año más. Un año en el que dejar atrás todos los errores cometidos. Año en el que poner punto final a capítulos pasados.
Mil propósitos que sabemos que no se cumplirán. Deseos prácticamente imposibles. Sueños de esos que tenemos desde siempre. Otros 365 nuevos días para vivir.
Muchos dicen que es el momento de cambiar.. Que cada inicio de año es como si nos diesen la oportunidad de empezar de cero. Pero, ¿alguien cumple eso? ¿Para alguien sirve de algo que ya no sea 2012 sino 2013?
Qué va, todo parece haber cambiado pero, en el fondo todo sigue igual.
Así que, feliz año nuevo a todos.