domingo, 16 de febrero de 2014

Se está acabando.

Se está acabando. Todo con todos se está acabando. Se está apagando la llama que me mantenía encendida. Todo aquello que siempre habíamos luchado por tener, se esfuma como la brisa en un día de verano. Cada palabra desafortunada se ahoga ahora en el mar que ha decidido rodearme. Cada mal gesto, mala cara, habla por sí sola y decide romper todo esto.
Hay veces en las que nada es suficiente. En las que el dolor es tan grande que ni la mayor de las alegrías puede con ello. Hay veces en las que solo queda huir. Antes de hacerte pequeñita y que la pena te atrape con su red. Lo mejor es huir. Dejarlo todo atrás y correr. Correr hasta que no puedas. Hasta que tus piernas decidan pararse. Hasta que te encuentres tan cansada que solo quieras dormir. Aunque sea para no pensar.
Para no pensar en todo el dolor que tienes dentro. En todo el dolor que has intentado dejar atrás. Pero, a veces, los intentos son en vano.
Y te quedas ahí. Quieta. Sin saber qué hacer o qué decir. Solo sabes que todo se está acabando.

3 comentarios:

  1. Me voy a echar a llorar, en serio. Es muy cierto, tienes mucha razón.
    Lo has descrito muy bien.
    Hay tantas veces que no sé qué hacer... Es verdad que ni la mayor alegría puede borrar ese dolor.
    Te admiro mucho, en serio.
    Eres la mejor.
    Un beso.

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  2. 'Hay veces en las que nada es suficiente', gran frase.
    A mi también me encanta como escribes tu! eres genial, ademas me identifico un montón con esta última entrada, porque yo también pasé por un época similar, piensa que todo son rachas, al final todo pasa :)
    un besso!
    http://onlyonelife-followyourdreams.blogspot.com.es/

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  3. Es increíble cómo me llegan tus palabras tan adentro.

    Un saludo~

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